jueves, mayo 16, 2013

Relato de una estúpida.

-¡No! es que no lo entiendes, tal vez debas irte.
"Estoy harta de explicarle cuán necesaria es su compañía" (piensa).
No entiende que pasa, se tira a la cama y apaga luces, la alumbra el teléfono encendido inútilmente, no llamará. Da vuelta y desea no haber llegado a ese punto, vuelve boca arriba y una lágrima que percibe por sentirse fría corre por esa esquina en su ojo. Se pone la almohada en la cara, quiere ir a buscarle, pero la incertidumbre de si él la recibirá, o si él estará en casa no la deja levantarse, suena "regresa" de Chetes. Ahora siendo la 1:32 am escucha un ruido, baja un poco el volumen, no escucha nada. 1:35 am, se levanta en esa piyama de copos y esa playera acuamarina deja ver sus senos pequeños, siente el piso frío pero corre a la ventana, mueve a un lado la cortina ¿que la hace pensar que él iría a buscarla? "Ojalá pudiese llamarte con el pensamiento" - susurra.

Regresa a cama, esta vez con una aflicción que se adueña de su cuerpo, no quiere moverse, no quiere levantar la frazada para cubrirse, simplemente abraza la almohada, "no necesito esto, no quiero esto" -le secretea. 

Decide que no volverá a correr a la ventana, el piso era frío, más que su nuevo corazón.



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