Y escribía sobre ti...

Que considerado de su parte tomarme en cuenta, ¿cómo crees que me siento ahora?. Nunca podré entender en que momento te volví a encontrar, no hay más recuerdos a partir de aquel día en el que sonreíste de nuevo para mi, el pasado murió. Alguien me contó que me sigues amando, ¿seria eso posible?, no. Después de esas palabras que no cesaban y mi silencio que parecía no terminar me di cuenta de eso; el mundo nos puso en el camino para que no me eligieras, para que yo siguiera órbitando recordando que los planetas jamás nos quedamos estáticos, nunca nos podremos quedar en un solo lugar.
¿Encontraré el astronauta que pueda quedarse? Encontré y perdí en este capitulo, no soy la misma, nada volverá a ser lo mismo, cambie. Una vez más me vuelvo nómada, espero recordar esta vez el por que mis sonrisas tienen que ser fugaces, el miedo me mantenía a salvo ahora con mis pies tan despegados de la tierra lo único que puedo hacer es volverme cometa para que al verme alguien pida el deseo de unir este corazón que destrozo la idea de que aterrizar seria seguro. No debí aterrizar aquí.
En resumen curaste mis heridas físicas, pero rompiste la alegría innata que salía de mis poros, descubriste el brillo en mis ojos para guardarlo en una pequeña caja y perderla en algún lado de esa casa donde ella decidió que te quiere de vuelta.
No pasa nada, no son lágrimas, es la lluvia de mayo que decidió quedarse en mis ojos...