jueves, abril 11, 2013

La fiebre púrpura.

Comenzabas a hablar, yo no escuchaba. Ya no habrá risas por los pasillos, no las mías; había alguien más. Hay algo tuyo que me hace feliz, así como esas flores que al ver al sol abren sus pétalos ansiosas. Pero las flores marchitan.
No es la primera vez que me describen con esos adjetivos; fugaz. Me evaporo y corro, pero regalo mis risas como luz incandescente, no puedo dar más.
Quién decida quedarse en mi planeta debe saber que me iré órbitando.

El amor es de unos cuantos, definiciones y suspiros innecesarios.

Mientras el amor hace que millones se unan, a mi me mantiene alejada.



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