Decidí, y aún asi no puedo lidiar con esto, te dije adiós pues algo me susurra que es lo mejor.
¿Por qué escucho voces diciendome que te pertenezco? Me dicen que donde tu estás es mi lugar, ¿qué no el daño es suficiente motivo para irme? ¿Por que no me dejan irme?
No dejaré que te acerques tanto para dañarme, no se si lo haré.
No puedes conservarme, olvidaste dejar mi llave en la ventana y ya no puedo entrar.
Dejaste ir mis carcajadas, apagaste mi sonrisa, ya no la provocabas. Es irónico como hace unos años la idea de nosotros era ridícula, y ahora solo suena absurdo.
¿Quieres saber a dónde se fue todo? Justo eso necesito saber también, es innegable que algo queda aquí, ¿cómo seguiría de pie?.
No puedo creer que desperdiciamos tantos minutos, tantas miradas, como es que creímos que nos duraría para siempre y nos soltamos las manos.
Aquellas cartas ahora parecen mentiras hiladas una tras otra, los momentos que llevo en la mente lucen como pequeños cortometrajes de la fantasía que me fabriqué.
¿Sabes de que me arrepiento?
De no despertarme más temprano y obervarte un poco más, tus gestos se me están olvidando.
No te vas, pero tampoco estás aquí. Estás atormentandome para ni si quiera recuperarme, ¿por qué tan solo no te vas? ¿Por qué no vienes y arreglas esos juramentos que rompimos? ¿Por qué no me dejas de confundir?
Traté de llenar cada una de tus expectativas, imaginaba nuestras vidas tratando de llegar a ese momento aunque sea en mi mente, te abrazaba tan fuerte como podía, hice todo lo posible para no aferrarme, hice todo para que cuando estuvieras tan lejos como ahora no correr trás de ti.
Fallé en cada una de mis ideas, fallé en cada solución que nos dí.
Han sido años en los que jamás pensé que te volverías una parte tan necesaria, mi sistema solar.
¿Así que piensas que nada me importa?
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